El trabajo con medios digitales es una estrategia común en la coreografía contemporánea. En particular, me interesan los efectos sobre la percepción del público. Para enfatizar este aspecto, mi artículo investiga tres ejemplos de trabajo asistido por computadoras: Merce Cunningham explora las posibilidades de movimiento mediante programas computacionales. Su obra Biped (1999) integra material generado por computadoras e interpretación en vivo. Aquí, juega con la percepción de gravedad, las proporciones y la locomoción humana. William Forsythe utiliza, por un lado, la tecnología computacional como herramienta para transmitir su forma específica de movimiento. La obra en CD-ROM Improvisation Technologies (1994) permite que los bailarines aprendan material desde una perspectiva analítica. Por otro lado, Forsythe utilizó medios nuevos para visualizar y documentar la danza. Su proyecto Motion Bank (desde 2010) sirve de notación digital.

Mi último ejemplo examina las posibilidades de los sistemas interactivos: Richard Siegal, bailarín de vasta trayectoria junto a William Forsythe, desarrolló un sistema interactivo llamado “Metodología If/Then (Si/Entonces)”. Este sistema de control de feedback permite integrar tecnologías digitales en diversas relaciones con otros medios, como el movimiento, el video, la música, la arquitectura, la utilería, el texto u otros bailarines. La “Metodología If/Then” requiere que los bailarines tengan la capacidad de tomar decisiones rápidas en el escenario a partir de una variedad de opciones. Por lo tanto, los bailarines asumen una gran responsabilidad por el evento artístico. A menudo, las obras de Richard Siegal están situadas en un entorno tecnológico que se representa enfáticamente como un entorno intermedial y un sistema tecnológico. Esto es lo que yo denomino “complejidad intermedial”.